top of page

La madera y yo

Cuando  tenía 11 años, mi padre montó una pequeña ebanistería cerca de  nuestra casa.

Así empezó todo. Los fines de  semana y las vacaciones, iba a ayudar en el taller. Barrer virutas, hermanar costillas , enmasillar vareta, encajar solets...

​

Desde entonces por alguna extraña razón no distingo muy bien entre estar de vacaciones y estar en el taller. 

​

​

​

bottom of page